Redireccionando...

martes, 1 de abril de 2014

Me puedo cambiar de reina?

Me van a disculpar, pero es que me gusta más la que tienen los holandeses. Me chifla la idea de tener una reina de la talla 42. Una reina que sonríe y que siempre está perfecta. Que lo mismo viste de Gucci, que de algún diseñador nacional al que le hace el favor de ponerse uno de sus trajes para darle un empujoncito.

Y no me vengan ahora con que eso de tener una reina fashion es muy caro, que el armario de esta señora se llena con mucho menos que la última factura de seguridad que pagaron ustedes para proteger la famosa rampa de alguna isla balear, y, a mí, personalmente, me hace mucho más feliz ver estas imágenes que las de los paseíllos mediáticos.


Me importa entre poco y nada que repita modelito. Sin embargo, pensándolo un poco, creo que me desilusiona ver que las royals de casa usan el mismo vestido para varios actos. 

Vamos a ver, si ustedes (y la que escribe) no llevan el mismo traje a dos bodas ni bajo amenaza de muerte, a estas señoras se les debería exigir un poquito de lo mismo... Que no nos importa lo que hace el laboratorio experimental universitario que está inaugurando con el ramo de flores en la mano... Lo que queremos es ver el vestido!!


No me digan que no va siempre ideal... Admito que algunas veces me derrapa, le patina la neurona y se viene arriba con algún palabra de honor que me chirría un poco bastante... Pero, en general, el vestidor de esta mujer me resulta muy inspirador,y lo del joyero, ya, no digamos... Si hay algo que no suele faltarle es un broche de esos que no te dejan mirar a otro sitio...


Si tuviera que sacar algún denominador común a todos sus looks maravillosos, sería bastante fácil. Siempre busca el volumen en un sólo punto. Bien en unas mangas acampanadas, en un peplum, o en un hombro, y el resto del vestido, bien sencillo.

Nunca va de negro, a excepción de aquellos actos que se lo requieran (ojalá leyera esto nuestra Doña!). Elige colores fuertes pero huye de las modas. Normalmente prefiere looks monocromáticos, pero si combina, lo hace mezclando un color fuerte y otro neutro como el beige o el marfil.


Encuentro poquísimos estampados en sus outfits oficiales, por no decir que casi ninguno. Comparte algún modisto con Matilde de Bélgica, pero obtienen muy distintos resultados... La pobre Mati siempre se raja a la hora de la verdad y se queda más cerca de la que iba para monja que del éxito en lo que a monárquicos estilismos se refiere.


Lo de los tocados y sombreros merece un post aparte... Ya saben ustedes que son mi debilidad y el romance que esta mujer tiene con ellos me trae loca.

Si hace unas semanas decidía irme a vivir a un país imaginario, hoy rectifico y me quedo un poco más cerca rindiendo culto a mi nueva soberana.

PD Madres y madrinas del mundo, apunten.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Nos encanta Máxima, su estilo y sobre todo sus tocados. Es una gran fuente de inspiración para nosotras.

    ResponderEliminar