Redireccionando...

martes, 26 de agosto de 2014

La piscina, mejor vacía

Lo primero, les ruego me perdonen esta prolongada ausencia blogueril, más que nada, porque ni siquiera tuve a bien avisarles de que no iba a ser capaz de escribir posts con sentido desde la posición horizontal intentando movimientos de breakdance de los 80 para cazar el wifi del hotel móvil en mano. Mil disculpas.

Una es de la opinión de que, para hacerlas cosas mal, a medias o provocando vergüenza ajena, mejor pedir otro mojito...



Horas y horas de contorsionismo antimarcas en las que relajarse y pensar... Se han dado ustedes cuenta de que en las fotos de las piscinas maravillosas around the world nunca hay gente? Siempre están vacías.  Ni un alma. No se preguntan por qué? Yo lo sé. La gente afea las piscinas.

Decidí, desde mi hamaca, hacer un estudio. Allí tenía todo lo necesario para analizar los outfits piscineros clásicos y contemporáneos. Volví a darme crema. Iba a estar en aquella postura imposible un rato muy largo...


El socorrista a tiempo parcial. Cuánto daño han hecho las normativas... Bañador tipo bóxer color butano, remangado. Camiseta con leyenda SOS o similar, remangada. Trabaja de gogó por las noches y las marcas de bronceado no son algo que resulte atractivo bajo litro y medio de aceite subido en un podio...

La madre de interior. Pamela de ala XL, gafas de sol de espejo, media docena de pulseras y chancletas con cuña. Estupenda para su edad, pero con aires de supermodelo venida a menos... Completa el kit una maxi bolsa de playa y un par de churumbeles ruidosos.


El padre adicto al plástico. Tiene un cocodrilo gigante, un donut gigante, un sofá gigante y un hijo que pasa olímpicamente de él. Habitualmente, este espécimen utiliza braga náutica y se acerca más al oso que al pez.

El guiri. Rojo Valentino desteñido, con bañador de marca lleno de logotipos. Alérgico a las cremas y adicto a las siestas sin sombrilla. Reloj de pared en la muñeca y las sandalias más feas que se puedan imaginar.


Seguro que reconocen a alguno, no lo nieguen... Seguro que si lo piensan un poco, siguen prefiriendo las fotos de las piscinas vacías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario